Bajo
tu semiabierta bata se deslizan rojos sostenes
tus
finos zapatos en el suelo dejando ese hoyuelo a la vista
tu
esponjoso pelo cual hoja elevándose en vaivenes
la
señal de arribo a tu espectante cielo es una pista
hermosas y gruesas carnes orgullo del buen apetito
mostrándose
mujer cuando arribé a tu aposento
éstas
orgullosa y bien distribuídas tenían su mérito
con
tu perfume salvaje despertando ganas y sentimiento
sueltas
tu azul bata, explosan tus pechos al viento
expuesta
en tu esplendor, dulce, desnuda y sin recatos
esbozando
esa invitación a la cual estaba yo atento
abundancia y placer tu abrasador cuerpo insinúa
felices
y voraces estarían Miguel Angel y Leonardo
plasmando
en detalle tu figura en lienzos y catedrales
provocativa
tu imagen llega a mi, ígnea y sonriendo
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