allanamiento (libro memorias) (extracto)

....Así transcurrió el resto de ese día , agotado y golpeado me dormí , en la madrugada como a esa hora de las cinco y media , siento unos fuertes golpes en la puerta , la oscuridad invadía las habitaciones, miré hacia la otra cama , Rodrigo mi compañero de cuarto, no había ido a dormir, pensé que talvez , en uno de esos controles habría sido detenido, ya que comezaron por las oficinas fiscales y la Corporación para la reforma agraria (CORA) estaba dentro de estas, como mi pieza era la más cerca de la puerta, me levanté en slip ya imaginaba quienes eran, asi que mis nervios se pusieron en guardia, otra vez los golpes , estaban usando sus fusiles para golpear, grito " ¡Ya van..!

Abro y aparece un contingente de militares a mando de un capitán, que sin saludar pasó directo hacia el fondo , el Sargento me pareció cara conocida, el tambien pareció reconocerme pero nada dijo, lun gran numero de militares entraron sin saludar por supuesto esparciéndose por todo el lugar, me llevaron hacia adentro, mi cuerpo estaba todo molido por la paliza del día anterior, ahí apareció " la vieja" quien había recibido a su viejo y estaba encamada , asi que demoró 

." Pasaron a mi pieza detectando un gran número de libros de la CORA y la cama tendida ,

“¿Quién duerme aquí ? Preguntó el capitan” 

El Sargento y otros militares, habian pasado también hacia el fondo de la pensión a revisar y controlar a otros pensionistas que allí habían, esta era una de esas casonas antiguas que tenia su entrada , un pequeño living , seguia un largo pasillo con piezas a los lados, al derecho daba a mi pieza y al izquierdo habian puesto un comedor bastante confortable que era donde mis compañeros pololeaban, siguiendo hasta una gran ampliación donde estaban la cocina , muy al fondo la pieza de la vieja y al frente otra pieza con pensionistas, el Capitán volvió a preguntarme “¿Quién duerme aqui!?” , le dije:

Un compañero de habitación que trabajaba en la CORA y que no habia venido a dormir hacia dos noches, seguramente habia viajado, me pregunto mi nombre , le enseñé mi carnet miró una lista que andaba trayendo, la vieja le dijo lo que le habia yo solicitado que dijera en caso de pasar eso, así que con du cara apesadumbrada y como pidiendo clemencia mkirando mi desnudez espetó su frase:

_ “El pobrecito ha estado tan resfriado” y suspiró. mientras yo seguí ahí enfriándome en calzoncillos

El Capitán l contestó sonriendo:

_“No se procupe señora, que nosotros le sacaremos el resfío” 

Y mirándome socarronamente ordenó :

_¡Vístete!........